La ley de Glass Law (descubierta aquí ) dice que toda nueva herramienta o tecnología nos hace menos productivos inicialmente.

MDD no es inmune a esta ley. Nadie debería esperar ver los beneficios de MDD ya en el primer proyecto. La pregunta (de hecho, uno de los temas de discusión más populares en el portal, ver, por ejemplo esta otra entrada) es si hay un momento en que MDD vale la pena.

En este sentido, el artículo : “Generating blogs out of product catalogues: an MDE approach” de Oscar Díaz y Felipe M. Villoria del grupo ONEKIN presenta un experimento que nos permite sugerir que la respuesta es afirmativa.

En el artículo comparan el coste (en horas de trabajo) para construir una aplicación de tipo “catalogue blog” (un tipo específico de blog que intenta ser “a conduit for customer feedback as well as fostering community construction around products”) tanto siguiendo una codificación manual como aplicando un proceso automatizado de generación de código.

Como se ve en la figura, el punto de equilibrio se encuentra alrededor de la cincuentena de proyectos (en el experimento observaron que cuesta alrededor de dos horas implementar manualmente una aplicación de este tipo mientras que el coste de definir el proceso MDD para generarlas automáticamente es de alrededor de 100 horas).

Evidentmente, el punto de equilibrio depende mucho de la complejidad del tipo de aplicación a desarrollar. Cuanto más compleja sea antes saldrá a cuenta automatizar el proceso de desarrollo. En este sentido, este experimento es casi un “worst case scenario” ya que la codificación manual es muy rápida. En general, creo que podemos asumir ROIs más rápidos para la aplicación de MDD.

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